La estrategia para la enseñanza de artes marciales en edad infantil es partir de los juegos y ejercicios en los cuales se planteen nuevos desafíos para los niños/as, eso hace que la actividad sea más divertida y conduce a que experimenten a través de los juegos varias herramientas para aprender el camino de las artes marciales.
La práctica del Kung Fu brinda a los niños/as buenas costumbres de comportamiento, valores un tanto olvidados en nuestra sociedad (compañerismo, lealtad, disciplina, respeto a padres, profesores, compañeros, etc.). También la práctica regular de las artes marciales los beneficiará desde el punto de vista del crecimiento y la salud, ya que es una gimnasia muy completa, que involucra todo el cuerpo y que desarrollará todo el potencial físico y psicológico de los niños, convirtiéndolos en personas más sanas, sabias y seguras.
Durante la actividad se experimentan técnicas propias del Kung Fu para lograr un mayor desarrollo psicomotriz y de sus habilidades físicas (fuerza, equilibrio, resistencia, flexibilidad, etc.) así como un desarrollo del rendimiento mental: mejora de la concentración a la hora de desempeñar cualquier actividad, desarrollo de pensamientos positivos, mejora de la autoestima, etc. En definitiva la práctica del Kung Fu desarrolla una gran capacidad marcial y produce grandes beneficios tanto físicos como mentales.